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Cuando un paciente es llevado para cirugía, primero se lo traslada al área preoperatoria y luego al quirófano. Este procedimiento forma parte de la movilización del paciente en primeros auxilios. Allí, un/a enfermero/a colocará al paciente en una camilla y lo conectará a una vía intravenosa. Poco después de eso, se administrará anestesia para inducir un sueño profundo.
A continuación, el siguiente paso es cubrir al paciente con paños estériles. Cuando un paciente es trasladado, suele ser atendido por otro médico en el mismo hospital o en otro diferente. Por ello, se requiere que cada hospital tenga un plan establecido sobre cómo manejarán las transferencias de pacientes. Aunque hay una serie de medidas de seguridad diferentes que se deben tomar cuando se traslada a un paciente de un hospital a otro.
Uno de los procedimientos clave es tomar el historial médico del paciente y los medicamentos actuales. Además, los pacientes deben tener una lista actualizada de todos sus contactos personales con sus direcciones y números de teléfono actuales anotados en caso de que se pierdan o necesiten ayuda. En este post, te contamos todo lo que tienes que saber sobre los tipos de traslado de pacientes que existen.
Para realizar maniobras de movilización y procedimientos de traslado de pacientes, es necesario tomar en cuenta tanto la condición de estos como la manera en la que serán desplazados de un lugar a otro. Veamos, a continuación, los métodos más aplicados en el contexto hospitalario.
La movilización del paciente encamado es un proceso que ayuda al paciente a mover sus piernas y brazos hasta un punto en el que sea capaz de moverse por sí mismo. Estas técnicas de movilización son esenciales para evitar complicaciones por inmovilidad prolongada.
A veces, esto incluye usar muletas o un andador para ayudarlos a caminar e incluso subir escaleras.
Mover a un paciente en la cama puede ser una tarea compleja para los proveedores de atención médica, aunque la movilización con sábana suele facilitar el proceso. Las sábanas son ligeras y fáciles de usar.
Por ejemplo, un/a trabajador/a de emergencias puede necesitar ayuda para mover a un paciente de la camilla a otra camilla para que el personal sanitario adecuado pueda realizar una evaluación.
En este contexto, habrá de colocar una sábana debajo de la espalda del paciente y tirar hacia arriba de un lado de la sábana, aplicando adecuadamente las técnicas de movilización de pacientes con seguridad.
En este caso, el/la celador/a o auxiliar de enfermería se queda al costado de la cama y coloca el brazo más cercano del paciente sobre su pecho.
Desde esa posición, podrá realizar en pocos movimientos la tarea de movilización de paciente en cama de forma eficiente.
En la mayoría de los casos, la forma estándar de mover a un paciente de decúbito supino a decúbito lateral es usar una baranda o una cuna y deslizarla debajo de la persona.
Este procedimiento puede ser muy difícil para una persona mayor o discapacitada, especialmente si no cuenta con ayuda o equipo especializado para la movilización de pacientes con sábana.
Existen muchas formas de sentar o levantar al paciente en la cama, dependiendo de su nivel de autonomía. La movilidad del paciente en enfermería es un factor clave a considerar en estos casos. La forma más habitual y sencilla es trasladar al paciente mediante una eslinga de elevación.
Otros métodos pueden incluir usar una cama de hospital, usar una mesa elevadora o levantar manualmente al paciente.
En un entorno hospitalario, es importante tener al paciente al borde de la cama para poder evaluar su respiración, frecuencia cardíaca y presión arterial. Para ello, la enfermera debe pedir al paciente que se acueste boca arriba con la cabeza elevada.
Una vez que se sientan cómodos, el/la enfermero/a puede aplicar dos dedos de una mano entre los omóplatos y la otra mano al lado de ellos justo debajo.
Los pacientes pueden ser transferidos de una cama a una camilla usando varios métodos. Este tipo de procedimientos forma parte de las técnicas de movilización y traslado de pacientes que todo profesional sanitario debe conocer. Los métodos más comunes son usar un colchón de aire o usar una cama ajustable.
En caso de emergencia, los pacientes pueden ser trasladados de la camilla a otra cama o silla de ruedas haciéndolos rodar sobre ella. El traslado de un paciente de la cama a la camilla es un procedimiento común que puede demorar entre 10 minutos y 2 horas. Esto puede hacerlo el personal del hospital, como el personal de enfermería, o un técnico médico especialmente capacitado.
Cuando se transfiere a un paciente de la cama a la silla de ruedas en los terrenos del hospital, es vital que la transferencia se realice con cuidado y consideración. El traslado debe hacerse lentamente, con precaución y con el mínimo esfuerzo, para asegurar la movilización y transporte del paciente sin riesgos. Una vez en la silla de ruedas, se les debe permitir sentarse cómodamente y luego moverlos gradualmente.
Entre los tipos de traslado intrahospitalario, encontramos los siguientes:
Giros y vueltas.
Enderezamiento.
Levantamientos y descensos.
Traslados.
Elevaciones con grúa.
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