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Arte, mecanismo de expresión, terapia para la mente, salud para el cuerpo... Todo ello y mucho más es la danza. Una de las expresiones corporales más ancestrales que caracterizan a la historia del ser humano. Si el baile es tu vida y te gustaría convertirlo en tu profesión, estás en el lugar adecuado. ¡Convierte la danza en tu futuro!
Contempla por un momento la silueta de esta mujer. Elegante, complicada, seria, concentrada, con fuerza y, al mismo tiempo, ligera... como si nos quisiera contar algo. Y eso es precisamente lo que pretende. Una bailarina utiliza su cuerpo para contar una historia o expresar un sentimiento. Estremece la cantidad de emociones que entran en juego y se palpan en el ambiente.
Sea cual sea tu formación hasta hoy, estás aquí por la pasión hacia la danza. Si tu objetivo es transmitir ese amor a generaciones futuras y descubrir hasta dónde pueden llegar las posibilidades del baile, sigue leyendo. Conoce todas las ventajas que nos ofrece este arte. El arte de la expresión corporal.
La danza o baile es una forma artística que se expresa mediante los movimientos del cuerpo. Generalmente se realiza al son de la música, pero también puede seguir un ritmo propio.
Las danzas son características de la cultura que la realiza, de este modo encontramos diferencias en los distintos tipos de danzas según la sociedad en la cual se desarrolla. El motivo puede ser religioso, expresivo o de entretenimiento, pero sea cual sea atrae las miradas. Por ello, millones de turistas se trasladan a visitar zonas particulares donde las danzas regionales son coloridas y aportan una expresión característica del lugar. Un ejemplo de estas es la samba, las danzas africanas o las danzas que acompañan al teatro japonés.
Si bien existen muchos tipos de danzas y muchas ocasiones para ejecutarlas, se suele identificar en ellas una expresión corporal que sirve para comunicar diversos contenidos emocionales o culturales. Es por ello, que al baile se le conoce como lenguaje del cuerpo. Se debe percibir el movimiento y la posición del cuerpo en el espacio, así como la cadencia y la fluidez de los movimientos del ejecutante. Esta expresión artística tiene sus propias reglas y pasos fundamentales que deben ser respetados para su ejecución.
Existen tres grandes grupos:
El baile se compone de diversos elementos interrelacionados que son seguidos e interpretados por el público como un lenguaje expresivo, aunque no siempre se dan todos de manera uniforme.
Es el arte de crear danzas. Es decir, de unir diversos movimientos para generar un nuevo lenguaje. Equivale a la composición en la música, ya que se trata de crear piezas nuevas que luego puedan ser interpretadas por uno o varios bailarines.
Las personas encargadas de este tipo de composición, del entrenamiento profesional y de la dirección de los bailarines, se conocen como coreógrafos. ¿Te gustaría ser uno de ellos?
¿Te acuerdas de una de las sensaciones que expresaba la bailarina de la primera imagen? Concentración. Pues esta es solo una de las expresiones que encarnan los bailarines. ¡Veamos!
En muchas sociedades humanas el baile tiene una función social vinculada a la expresión de la alegría de vivir, al cortejo y al deseo. Por eso, cumple también una función cotidiana importante. Sin embargo, son muchos más los beneficios del baile. Vamos a conocerlos.
¿Te parecen pocas las virtudes de la danza? Pues formándote en cualquiera de sus especialidades, descubrirás muchas más. ¿Nos apostamos? Conviértete en un experto con nuestros cursos online de cinesiología.
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